EL OTRO ROSTRO DE COTAHUASI

Amigos, ustedes ya saben que soy una amante incorregible de mi madre (la pachamama) todavía no he logrado “destetarme” de ella; los lazos que nos unen me hacen dependiente, necesito sentir su calor, sabor, color, su canto, su amor auténtico sin artificios. Me gusta cada día esperar el amanecer oyendo el rumor del río y el canto de los pajarillos completando la sinfonía; puedo entender su lenguaje y advertir cualquier altibajo en su “ánimo” sé cuando ella está decaída o felíz, hoy por ejemplo, no pudo disimular su descontento y me pidió difunda éstas imágenes y difunda éste mensaje:
¡¡¡Por favor tomen conciencia al usar y al dejarse influenciar por la avalancha consumista, fíjense cómo las bolsas están “decorando” cual árbol de navidad o árbol de carnaval; desde la planta más pequeña, pasando por los sanquis (cáctus) y todos los árboles; ¿Créen que está bien su proceder inconciente al envenenar mis arterias y mi sangre? ¿No piensan que la necesito limpia y pura para vivir y seguir alimentando a mi prole?
En hora mala llegó a ustedes el modernismo cargado de botellas, platos, vasos, cubiertos, pañales, toallas, bolsas, juguetes, máquinas de afeitar, etc. Digo mala hora porque aunque les duela oírlo uds. todavía no estaban preparados para hacer uso de esas cosas; claro en otras partes de mi cuerpo (países) mis hijos son más ordenados, disciplinados, procuran no ensuciar, reciclan, reúsan los objetos.
Saben? Prefiero a mis hijos de hace 20 años, las madres lavaban los pañales, hacían sus compras en una bolsa de tela que ellas mismas habían hecho, lavaban cerros de platos, vasos y cubiertos luego de toda reunión, y los fabricantes hacían los productos más durables, ahora lo único que les interesa en vender o no?
De verdad os digo, que si no cambian su proceder, entonces prepárense a verme morir y uds. encima de mí, el sol los quemará y enfermará cada vez más, así uds. pongan protectores hasta en las calles y el regalo más valioso que alguien podrá dar y recibir, será un poquito de agua.
Más que una llamada de atención, es un llamado a la reflexión, todavía están a tiempo de cambiar, de salvarme y salvarse a uds. También y no sean egoístas, recapaciten, piensen y pregúntense, ¿Qué planeta van a heredarles a sus próximas generaciones? Claro como uds. me gozaron a plenitud consumiendo hasta la última gota de vida que pude darles; y ya no estarán presentes cuando sus hijos y los hijos de estos me habiten estando yo en agonía, y no pueda darles generosamente lo mismo que a uds. les dí:
- Agua
- Oxígeno
- Ozono
- Frutas
- Flores
- Hermosos paisajes de vegetación y abundante variedad de animales.
Una madre que solo quiere el bien para todos. La Tierra.


MEDICINA TRADICIONAL ANDINA (COTAHUASI)

Sabían uds, queridos lectores cómo se curaba antes aquí en Cotahuasi?
-Dolor de estómago (gases) en recién nacidos: Unas gotas de su propio “pichi” (orina)
-Mal de ojo: cuando el bebe llora desconsoladamente luego de que mucha gente lo vió: Se le lame la frente enjuagándose la lengua con agua; si el sabor es salado, es que el bebe estaba “ojeado”
-Si tu bebe no podía caminar, había nacido medio debilucho, enclenque, sus flacas piernecitas no lo soportaban: se le metía desnudo en la panza de una res recién degollada y auque no lo crean, luego de un corto tiempo, el bebe caminaba.
-Cuando sufrías de susto, tu madre te llamaba en el lugar que te caíste o sufriste el susto; luego golpeaba con una piedra el suelo y te ponía un poquito de tierra en la boca.
- A mí por ejemplo, me “jaijó” (algo así como posesión) el espíritu de un muerto, por 2 días a partir de las 6 de la tarde, el llanto se apoderaba de mi, y una gran fuerza se apoderaba de mi pequeño cuerpo; en ese entonces yo tenía escasos 2 años; entonces mi madre afligida buscó la ayuda del sacristán (Sr. Soto) el cual muy bondadoso le dio la siguiente receta: Un poquito de polvo de la piedra que está en medio de la mesa donde se hace la ceremonia de la misa, un poco de vino también de misa, ceniza de la tela del hábito del muerto y eso me hicieron beber orando; aunque no lo crean, Santo remedio, me curé.
-Si te enrronchabas con una alergia (si te agarro la tierra, exalación) entonces mamá buscaba al curandero el cual mezclaba harina de maíz, grasa de llama (pichuwuera) principalmente y luego de unas oraciones repitiendo la siguiente palabra: TRUCA TRUCA TRUCA… te limpiaba todo el cuerpo; y luego como mágia, los granos desaparecían.
-Si tu bebe no podía dormir en la noche, bastaba con ponerle una estampa y algo de metal debajo de su almohada y asunto arreglado; dormirá como un verdadero angelito.






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