Todo comienza con el canto de los pajarillos, que van anunciando la llegada de los “visitantes” y las libélulas (cartaquepes) aleteando alegremente casi en tus narices anuncian que “alguien” llegará.
REENCUENTRO
PROGRAMA
1 de Mayo; NOCHE DE REINAS, se elige a la soberana unionense; en ésta ocasión se eligió a una niña dulce, digna representante de la mujer de por aquí.
2 de Mayo; DIA DE LOS DEPORTES, hay un programa variado.
3 de Mayo; DESPEDIDA DEL SEÑOR DE CACHANA, CRUCES CORSO Y SERENATA, por la mañana hay misa en la iglesia de la Concepción, para despedir al Señor NAZARENO y festejar a las Cruces; y en procesión se llega hasta la capilla de Corira, donde todavía la gente que respeta la costumbre, acompaña llevando cosas de comer y beber al Señor, su cocaví (refrigerio) y se lo colocan en forma de “cayhui” en la espalda; panes, bizcochos, galletas, fruta, cigallos, y hasta una que otra botella de vino; van prendidos en la imagen del Señor, todo esto será consumido por los cargadores los cuales doblan sus ponchos y se los pones en el hombro para amortiguar el peso; todos los que acompañamos al Señor hasta el arco de Corira, nos quedamos nostálgicos con la imagen alejándose del señor cubierto con una tela blanca para protegerlo del polvo y el sol; seguido de la más grande de las cruces, la de Reyparte (que abarca todo el ancho de las calles) para luego divisarla desde Cotahuasi ya en su lugar de siempre, vestida imponentemente de color blanco.
Al medio día es el corso (pasacalle) cargado de color, preñado de folklore, alegría, música y belleza; las reinas por un día, de cada institución esforzándose para parecer más lindas en sus carros alegóricos, los cuales han sido decorados típicamente; seguidos de sus bailarines, ejecutando danzas de la zona; el recorrido comienza en el arco de Corira y termina en la plaza de toros donde se llevará a cabo el concurso de danzas.
Ahora viene lo fuerte, es 3 y noche de serenata, el ambiente poco a poco va adquiriendo el temple necesario, la gente mezclándose, reencontrándose, los que nunca terminaron de irse los que se fueron y volvieron y los que se quedaron; los ingredientes sobran para estar felices.
- Reencuentro
- Fiesta
- Música
- Amistad
- Vino
Aquí te sientes liberado de las ataduras citadinas, de los estreses laborales, tensiones familiares y si sigues las normas de tu pachamama es mejor todavía, ella te quiere “desnudo” tal cual ella te vió crecer, le gusta que sus hijos vengan despojados de sus logros profesionales, materiales, ella te quiere sin la coraza tonta de las posesiones y del dinero, el celular; porque ella a todos nos quiere igual.
Saben hasta dónde llega la liberación? Tus compañeros de colegio después de más de 20 años, ayudados por la música y el vino, recién pueden librarse de la timidez “del ayer” y te dicen cosas tan tiernas ¡Qué dulce te suena oírlas! Por ejemplo, que fuiste su primer ilusión amorosa; así muchos nos encaminamos retrospectivamente al templo infinito de tus recuerdos, a tu época escolar y allí vas desempolvando imágenes del colegio, los paseos, las fiestas y la media noche se va acercando, y entonces todos cantamos el himno a La Unión, Linda Cotahuasina, El Sumili, todo es un loquerío porque a estas horas la mayoría carga ya en su interior buena cantidad de vino y su efecto.
4 de Mayo; DESFILE Y FERIA DEL VINO. Es normal ver a casi toda la gente, como diría mi padre: Con el cuerpo “tiras” y el rostro con las huellas de la mala noche y la resaca del vino; esforzándose inútilmente por aparentar ecuanimidad para el desfile y la ceremonia protocolar. El desfile es emotivo, diáfano con relación a los niños pues ellos dan siempre lo mejor de si. Por la noche nuevamente una cita con los recuerdos, la actualidad, la música, el vino y hasta que el cuerpo aguante.
5 de Mayo; TARDE TAURINA. Allí tu corazón ya está poniéndose triste, si bien estas en el toril, aplaudiendo, comiendo, bebiendo; tu mente ya se está despidiendo de la fiesta y de tu tierra; tus ojos dicen: “Mañana ya no estaré mirando esta belleza” lo dices desde el fondo de tu corazón; entonces los cierras para guardar intactas las líneas de tus montañas, el verde de tus campos, el sol y la gente en tus recuerdos. Así realmente comienza el sufrimiento del regreso.
6 7 y 8 Todavía hay programa los cuales puedes espectar pero ya no son resaltantes; lo difícil ahora es desprenderte otra vez de tu “madre y tus hermanos”. La placita y las calles están plagados de gente que sube y baja; el 6 generalmente ya todos se van. En el punto de partida, todos los que viajan apurados subiendo en los buses, comprando a última hora algo que los ate a sus raíces, ( bizcochuelos, maicillos, galletas, queso y el infaltable vino) Los familiares que siempre están en Cotahuasi, despidiéndolos, los carros finalmente van retirándose, por las ventanas muchos rostros y manos agitándose, pero más se agita el corazón en tu interior, tus ojos se humedecen solamente porque ya eres “grande” ya eres “viejo” ya no puedes darte el lujo de llorar a tus anchas; tu familia mirando con tristeza como el ómnibus se aleja. Así nuevamente quedan todos los que estuvimos al principio de la fiesta.
El ascenso comienza, son horas de la tarde, los eucaliptos te despiden con su aroma, los riachuelos hacen bulla para disipar su pena, las flores sonríen pero con dolor, el sol se apura en ocultarse para no llorar, es difícil lo sé, es como que vas dejando en cada tramo parte de ti, llegas a la cima (Allahuay) ya estas a punto de dar la vuelta y otra vez el “escorpión” lo verás por última vez porque al girar el bus, “zas” otro es el panorama y allí termina tu enlace directo con tu tierra y como dice la canción: ¡Vuelvo la mirada, te quedas atrás; envuelto en mi llanto tengo que partir…!
miércoles, 16 de abril de 2008 | Publicado por Juana Chirinos hilacondo en miércoles, abril 16, 2008
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